lunes, 20 de abril de 2015

Rodrigo Rato, el Cid Blanqueador.

Diputado por la provincia de Cádiz en el Congreso de los Diputados. (1982-1989), diputado por Madrid en el Congreso de los Diputados (1989-2004), portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados (1989-1996), vicepresidente segundo del gobierno de España (1996-2003), ministro de Economía y Hacienda (1996-2000), ministro de Economía (2000-2004), vicepresidente primero del gobierno de España (2003-2004), director gerente del FMI (2004-2007), director de Caja Madrid (Desde 2010), director de Bankia (2010-2012), consejero asesor de Telefónica Latam y Telefónica Europe... ¡MENUDO HISTORIAL!

Rodrigo de Rato y Figaredo. Otros lo conocen como el hombre que hizo posible el milagro económico. Sin embargo, sus últimas hazañas han hecho que hoy día se le conozca como "él de las Tarjetas Black". Por si alguien aún no sabe de que va todo eso de las tarjetas opacas, básicamente se trata de un montón de sinvergüenzas usando unas tarjetas "B" para cenar, comprar alcohol, instrumentos músicales, etc, etc... Decidme vosotros de donde salía ese dinero (guiño, guiño, codazo...). Pero todo este escándalo de Bankia ya fue denunciado, entre otros, por UPyD, y ya es agua pasada. La actualidad manda y el pasado 16 de abril Rodrigo Rato fue detenido por alzamiento de bienes, blanqueamiento de capital y fraude. Ese mismo día, y tras un registro por parte de la policía a su domicilio y despacho, fue puesto en libertad. 

El menda posee un patrimonio de unos 27 millones de euros y un hotel de lujo en Berlín (dueño de un 44% del capital de este, más concretamente). Menudo pájaro, ¿no? Junto a él, existen otros 704 imputados en una lista por alzamiento, blanqueamiento y fraude. Creo que la ley de protección de datos prohíbe hacer pública esa lista. Sin embargo, en dicho documento se encuentran jueces, abogados, alcaldes, etc y más etc, es decir, personajes públicos. Sería de mucha ayuda conocer los trapos sucios de los posibles alcaldes y concejales que se presentan en cientos de municipios españoles, y descubrir quienes tienen las manos más sucias que la que se hizo una casa redonda para no limpiar las esquinas, ¿verdad?

Con todo este barullo de datos y más datos y más datos y más mierda, os estaréis preguntando: ¿por qué se ha puesto en libertad a Rato? La respuesta es sencilla: amnistía fiscal. Puede que el ministro Sr. Burns (Montoro, quien fuese mano derecha de Rato en el gobierno de Aznar) lo llame "regulación extraordinaria" o "declaración tributaria especial", lo que es evidente es que esta amnistía fiscal protege a quien defrauda. Así de claro. El tema es el siguiente: el Gobierno permite a los más ricos de este país, con su patrimonio en paraísos fiscales fuera de nuestras fronteras, traer el dinero de vuelta a las arcas del Estado con la condición de pagar un 10% de impuestos (bastante menos que los ciudadanos de a pie). Unos 33.000 cara duras se vieron beneficiados por esta "regulación extraordinaria", entre ellos Bárcenas, los hijos Pujol, Granados, y otros ilustres de nuestro país. Al refugiarse en esta amnistía fiscal, el dinero esta a salvo y la investigación se encuentra en un callejón sin salida. El mismo Rato, siendo el segundo hombre en el Gobierno de Aznar, acuso al PSOE de ser estos los creadores y defensores de las amnistías. El ex-ministro achacaba a los socialistas de ser ellos quienes protegían a los que habían defraudado a Hacienda. La hipocresía de nuestros políticos roza lo dantesco en algunos casos...

Mucha gente se pregunta por qué ahora se persigue a Rato y no se hizo nada hace dos años cuando saltó el escándalo de Bankia. Por aquellas fechas solo se le llamó a declarar y no se le detuvo en ningún momento a pesar de dejar a cientos de personas sin sus ahorros tras una salida a bolsa fraudulenta, sumado a las Tarjetas Black. Por otro lado, son varios los que acusan al Gobierno de incentivar la detención del ex-director de Caja Madrid para poder promover el discurso de que ellos sí luchan contra la corrupción. Parece una jugada arriesgada a la par que ambiciosa de cara a las elecciones generales. Algunos militantes del Partido Popular, del cual era ministro Rato, han manifestado que esta noticia únicamente hace daño al partido. Otros tantos usan este escándalo para abanderarse como los opresores de la corrupción. De ser una maniobra realizada con la única intención de colocarse la medallita de luchadores anti-corrupción, el PP la lleva clara. Usar como chivo expiatorio o cabeza de turco a uno de los hombres que más credibilidad y confianza hacían crecer en las personas me parece deleznable y vil. Bien es cierto que, sean cuales sean las intenciones de los populares, si se consigue castigar a Rodrigo Rato por los crímenes cometidos será un paso adelante en la limpieza de capullos integrales que habitan en el Parlamento.

Espero haber iluminado a más de un despistado con esta clase de "Política para tontos". Las cosas explicadas con palabras simples parecen más sencillas de lo que nos quieren hacer creer, ¿no? Un pueblo sabio es el mayor peligro para los dirigentes con tedencias a dar poco y recibir mucho.


P.D.: Rato y otros 704 imputados están salvaguardados por la justicia gracias a las leyes del Gobierno de "Marianico el Corto". Tomad nota.

0 comentarios:

Publicar un comentario