viernes, 25 de julio de 2014

El mito de la Objetividad.

Estudiando de varios libros, observé que en varias tablas de datos aparecía la frase: "los datos varían de unos textos a otros bajo la opinión del autor". Esta frase me hizo ver que ni en algo tan exacto como la Química, o la ciencia en general, posee el don de la objetividad. Mis más modestas y molestas palabras de hoy tratan sobre esta especie en extinción (si es que existió alguna vez). Comencemos.

Parece casi imposible tratar cualquier tema hoy día sin basarlo o estructurarlo en las redes sociales. Y en estas intentaré apoyarme a la hora de escribir mi 'artículo'. No olvidéis que estamos tratando la objetividad. Tampoco olvidéis que esto es un artículo de opinión y por lo tanto carece de objetividad, por lo tanto podría parecer un poco irónico o hipócrita hablar de objetividad en un texto subjetivo. En fin, a lo que iba. Imaginaos un día normal mirando vuestro Twitter o Facebook. Seguro que veis cientos de comentarios que os agradan y otros tantos que os dan ganas de estrangular. Pensad por un momento que habrá otras tantas personas con el pensamiento opuesto. Tanto esas personas como las otras tienen una opinión subjetiva de cualquier tema. Hasta aquí todo normal.

La movida viene cuando intentamos defender nuestras opiniones. Pensamos que son las correctas. Nos escondemos en una falsa objetividad para hacer ver a los demás que nuestra opinión es la correcta. Creemos tanto en nuestras opiniones que no somos capaces de imaginar siquiera en que razones tendrá la otra persona para pensar justo lo contrario.

Aquí quiero hacer un 'stop'. Si has llegado hasta aquí, gracias por leer estas palabrejas. Y si has llegado hasta aquí y has pensado en que las opiniones a las que me refería eran las tipicas peleitas entre musculitos, unicornios retrasados, princesos y demás, no estas en lo cierto. Pero igualmente puedes seguir leyendo pensando en esas opiniones. ¿Quién soy yo para decirle a alguien como interpretar un texto?

Sigamos. El concepto que quería resaltar era el de la cabezoneria absoluta que nos hace pensar que, defendiendo nuestras opiniones frente a las que creemos que estan enormemente equivocadas, nuestra opinión es correcta, es objetiva. Este error es cometido por todos. En mi caso por ejemplo, cuando veo el típico tronista de pueblo, pienso: "¿qué cojones tendrá esta persona en la cabeza para hacer/decir las cosas que hace/dice?" Y me olvidó de que esa persona tendrá sus opiniones internas y creerá que lo que hace es normal. Aunque para mí no (veis que es imposible mantener la objetividad). Al igual ocurre en el otro sentido. Esa persona pensará que leer, escribir, tocar la guitarra o estudiar química será de locos.

El caso es que la objetividad es, en mi opinión (guiño, guiño, codazo), un concepto que jamás ha podido existir, ya que cualquier persona tiene su opinión, por minúscula que sea, de cualquier cosa. Es imposible mostrar objetividad por algo ya que cada persona es totalmente diferente y posee opiniones diferentes a las de otra persona, por lo que resulta casi imposible determinar cual sería 'la' opinión objetiva sobre las demás (menudo lío).

Pero no olvidéis: esto es un texto subjetivo que trata de la objetividad.

Habrá personas que piensen que la objetividad es posible. Y sinceramente, me gustaría oir sus argumentos.


PD: cambiad la palabra opinión por ideal en cualquier parte del texto.

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