viernes, 23 de mayo de 2014

La pescadilla que se muerde la cola.

Tras una más que grata "aventura" publicando mis modestas y molestas palabras en mi querida Globedia, esta ha decidido dejar de publicarme. Comencé hace bastante una pequeña andadura por un blog llamado "La ironía de la realidad", pero me bastaba con Globedia. Hasta hoy. 

¿Dónde está, o podría estar, la solución para comenzar a ver la luz? La respuesta, como en muchas otras ocasiones, la tiene la historia. El pasado responderá al futuro. Comencemos.

Todo son ciclos. La economía es definida, por la gente que suponemos que entiende de este sector, como un conjunto de ciclos. La cadena alimenticia es un ciclo constante. En un comienzo existen muchísimos conejos. Está cantidad enorme de conejos hace que los depredadores de estos tengan muchas facilidades para sobrevivir y comiencen a crecer en población exponencialmente. Pero en el momento que la cantidad de depredadores es demasiada, los conejos empiezan a ser insuficientes para alimentar a estos, que comienzan a morir por falta de alimento. Obviamente, al morir los depredadores, los conejos volverán a expandirse y nos encontramos en la situación inicial. Algo similar ocurre con los trabajos y las titulaciones. En el momento que surge un nuevo grado o título, este tiene una gran posibilidad de terminar en un empleo, ya que es algo novedoso. Sin embargo, en cuanto se corre la voz de que hay un grado o título que ofrece una posibilidad de tener un trabajo al terminarlo, la gente comienza a matricularse. Hasta que existen demasiados matriculados, no hay trabajo para todos y deja de haber tantas opciones de trabajar. Al pasar unos años, la gente habrá dejado de lado ese grado o título en cuestión, y volveremos a la situación de partida.

Estos son varios ejemplos de ciclos. Y, como ya he dicho antes, todo son ciclos. La historia está llena de grandes fracasos y grandes triunfos. Subidas y bajadas. Conquistas y conquistados. Nosotros, me refiero a los españoles, tenemos un ciclo particular.

Se han visto países, como los Estados Unidos, que han sido capaces de recuperarse de una quiebra en la bolsa de Wall Street. Hemos visto países, como Alemania, que tras ser gobernadas por uno de los más grandes villanos de la historia de la humanidad y casi exterminar a la población judía, ha llegado a convertirse en potencia mundial. Sin embargo, España, que en su día tuvo el Imperio más extenso de la historia, que vio nacer a artistas comparables a los nacidos en Italia o Francia, y que contaba con las universidades más populares de toda Europa en su día, está en el punto más bajo de su ciclo.

Antes he dicho que teníamos un ciclo particular. Y así es. España, tras pasar una época en la que de un día para otro se pasaba de una República, a un gobierno temporal y, finalmente, tras el golpe de Estado de nuestro amigo “Paco”, a una dictadura. Esos acontecimientos no tienen mucha pinta de ciclo, sino más bien de caída libre. Pero aún hay más. Antes, España fue un estado federal. Antes incluso, existía un gobierno que se repartían el poder amistosamente cada dos años (lo que quiere decir que el supuesto voto del pueblo contaba una mierda). Y podemos seguir sacando trapos sucios de nuestro pasado hasta Carlos V o los Reyes Católicos, en los que eramos un país con algo más que toros y paella.

Nuestro ciclo particular, es decir, la caída libre, comenzó en el momento en el que pusimos en el poder a gente con poder. Como fruto de esas decisiones, tenemos una crisis que, es mundial, lo sé, pero que nos ha jodido más que a nadie. Tras la dictadura y nuestra “pedazo” de Constitución, deberíamos de haber vuelto a ser un país respetable, y volver a lo alto de nuestro ciclo. Sin embargo, volvimos a cometer los errores. Pusimos en el poder a gente que no debía de estar ahí. El voto en España se ha convertido en un chiste. La política en España ha perdido todo el significado. Nos estamos volviendo a morder la cola una y otra vez. Y lo peor de todo, no es salir de está crisis. Lo peor, es que la gente quiere salir de ella para volver a cometer los errores que nos llevaron a esta situación.
Tenemos medios para mirar al pasado. Hay bibliotecas (aunque muchos no sepan lo que es eso, ¿verdad, tronistas?), hay profesores, doctores, catedráticos en Historia de España. Os bastaría con cinco minutos de conversación para daros cuenta de que la Historia se repite. De que estamos haciendo lo mismo que antaño. Y, lo más importante, os daréis cuenta de que hay soluciones. Pero yendo a una manifestación al mes y gritar como un loco no sirve. Ya hubo manifestaciones. Y se necesito algo mucho más radical para invertir la situación.

Dejemos de estar en caída libre. Olvidémonos de los ciclos. Hagamos un punto de inflexión, y crezcamos.


PD: los ciclos en España “are differents”

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